martes, 5 de abril de 2011

Prevención de Recaída

Cuando pensamos en la recaída, podríamos pensar en un acantilado. Una vez que nos paramos en el filo de ese acantilado, podríamos pensar que no hay manera de regresar, que no hay salvavidas del cual agarrarse.   Pero ese no es el caso.

La recaída es normal en una recuperación de una dependencia química, y cualquiera de nosotros esta en riesgo de recaer.  En realidad, algunos expertos piensan que la tendencia a recaer es parte de la enfermedad.  Si es así, debemos poner atención a las señales de aviso.  

Este panfleto nos va a ayudar, no sólo a identificar las señales de aviso de una recaída, sino también para estar más concientes del valor de participar en los grupos de Alcohólicos Anónimos o Narcóticos Anónimos u en otras actividades de auto ayuda.  Y si nosotros tenemos una recaída, vamos a sufrir las consecuencias y vamos a tener que volver a una recuperación más fuerte y duradera.



Cuando nos volvemos químicamente dependientes, nosotros reaccionábamos en una manera enfermiza a los problemas de la vida. La recuperación nos ayuda a desarrollar reacciones y actitudes más saludables. Aprendemos a lidiar con la vida en términos de la vida, no en los términos insanos que nos impuso nuestra enfermedad.

La recuperación no es un evento, es un proceso largo y a menudo  difícil.   Requiere disciplina - día que viene, día que va - para mantener las actitudes y acciones que afrontaran una nueva forma de vivir.  Eso a menudo se siente a través de viejas y nuevas maneras en lucha hasta la muerte. Algunas veces las viejas maneras ganan por un momento y volvemos a tomar o a usar la droga que habíamos jurado no volver a tocar nunca. Cuando pasa esto nosotros recaemos.

La meta de la recuperación es mantener la sobriedad por el resto de nuestras vidas.   Es una meta simple, pero como todas las personas en recuperación pronto aprenden, es una meta difícil.  Podemos aprender toda la disciplina que necesitemos para vivir en una vida de sobriedad, y podemos desarrollar voluntad de hierro. Aún así puede llegar el día en el que estemos en el filo del risco llamado recaída.   Nuestras defensas pueden estar bajas, nuestros recursos emocionales reducidos. Si es así, estaremos en problemas.

Ese es el momento para gritar - inmediatamente - por ayuda. Es el momento para llamar a alguien - nuestro padrino, consejero o un amigo – y hablar de nuestros problemas, sin importar cuan insignificantes parezcan. Ese es el momento para ir a una reunión de A.A o N.A para recordarnos de dónde venimos y hacia a dónde vamos.  Necesitamos tomar estas medidas antes de que sea muy tarde.